Saturday, August 26, 2006

RASPADURADAS DE VIDRIO



Amparo Carballo Blanco
escritora y editora.


Sabemos que el ser humano siempre ha sido así. Que de poco y nada sirve clamar en el desierto. Que de todas formas los Bush emprenderán la guerra, ahora contra Irak después no se sabe, porque esperan obtener fabulosas ventajas financieras para los grupos de personas que forman parte del círculo de poder. Y porque además -lo dicen ellos- la mejor defensa preventiva es un buen ataque... Aquí empiezan los círculos viciosos: "¿Por qué la pistola? / Porque tiene miedo / ¿Por qué tiene miedo? / Porque no se fía / ¿Por qué no se fía? / Porque no se entera / ¿Por qué no se entera? / Porque no le hablan / ¿Por qué no le hablan? Por llevar pistola." (Sánchez Ferlosio)
Sabemos que no somos capaces de pensar el futuro. Que sólo importa el presente, no mucho más lejos. Que ante las guerras, horrendas guerras que destruyen familias, bienes y medio ambiente, que arrasan las infraestructuras que permiten el funcionamiento interno de la sociedad, nos encogemos de hombros mientras no nos toque a nosotros, y repetimos aquello de "los demás a mi plim, a mi plim los demás", que cantaba La Mandrágora.
Sabemos que cometemos todo tipo de imprudencias, atrocidades y atentados contra la vida del planeta. Que somos incapaces de movilizarnos contra las guerras potenciadas por el emperador del mundo y sus aliados piratas, tiburones políticos, buitres de las grandes finanzas, fabricantes de armas unidos en su gran Confederación del Comercio que se reparten el monopolio y el control de recursos estratégicos, como el petróleo. Ahora la disputa es por el petróleo; antes fue por los diamantes y el oro; en tiempos venideros será por el agua potable.
Sabemos que los EE UU van de una guerra a otra, que son responsables de la mayor parte de fabricación y exportación de armas de todo tipo. Que no permitirán que otro país les iguale en poder militar, y que su nueva estratégia de seguridad nacional es matar primero y preguntar después, igual que en su viejo Oeste. Contemplamos cómo los Bush lavan el cerebro con arengas patrióticas a la mayor parte de la población americana y mundial para que participen en la violencia como mercenarios, y tomen al abordaje países con el apoyo de actores externos, imponiendo por la fuerza, "apropiada y necesaria", la bandera de barras y estrellas, antes de la tibia y calavera. Nos intoxican con el arma letal de la mentira hasta hacernos bailar cual entontecido rebaño al son de los intereses económicos del Imperio de la Fuerza.
Sabemos, pero callamos. Y así nos va. Y así nos lucirá el pelo. Y así nos esquilarán, pues cuando los ricos hacen la guerra las consecuencias las pagan los pobres con sufrimiento, miseria y muerte. Es seguro que si los políticos o sus hijos tuvieran que ir los primeros a la línea de fuego al declarar la guerra, ésta no tendría lugar.
Sabemos, pero ¿estamos ciegos o "hace falta estar ciego, / tener como metidas en los ojos / raspaduras de vidrio, / cal viva, / arena hirviendo"...? (Alberti) ¿Es que no vemos las diabólicas maniobras de EE UU despreciando la oferta de Irak? ¿Por qué no dejamos que los Bush se devoren solos, ya que tan sólo buscan su propio interés, con el resultado de sangre inocente derramada, explotación y violencia?
Aunque de poco y nada sirva clamar en el desierto, hay que rebelarse, formar un ejercito (no un rebaño) a favor de la vida. Incrementar una corriente de opinión favorable a la paz. Y no callar... que callados sólo están los muertos. Los seres humanos aún podemos tener remedio si tomamos conciencia de nuestras tendencias peligrosas. Si nos damos cuenta de que el único medio para salir ganando en una guerra es evitarla. Si los recursos materiales y humanos invertidos en la guerra los ponemos al servicio del desarrollo para luchar victoriosamente contra la miseria, la enfermedad, la ignorancia y las demás plagas que azotan a tantos pueblos. Si logramos arrancar de las mentes el instinto cavernario de "quítate tú que me pongo yo".

No comments: